jueves, 28 de mayo de 2015

Farolas que van iluminando Almansa

¿Por qué nos visitan? ¿Nos sitúan en el mapa? ¿Qué posicionamiento tenemos como ciudad, como destino, como marca?
¿Quién es nuestro público objetivo y como llegamos a él? ¿Tenemos objetivos reales y medibles? ¿Tenemos una estrategia definida o hacemos acciones puntuales con las que corremos como pollos sin cabeza?
¿Qué ofrecemos? ¿Experiencias, cultura, historia, gastronomía…? ¿Quién es el principal emisor de esta comunicación? ¿Hay varios?

A ti, que te apetece trabajar fuera de tu ciudad, aunque en ella todo es más fácil, y que ya tienes superada esa “depresión de los domingos por la tarde”, sí a ti, el destino o “Rita la cantaora” te hace volver a tu casa a trabajar, vivir y… a venderla.

Vender, un verbo que suena feo que suena a engaño, pero al final todo se vende, todos nos vendemos, todos somos una marca. Una marca mejor o peor construida. Pero todos tenemos una posición en la mente de los demás y son los demás los que nos “compran”, es decir, los que nos quieren tener como amigos, como pareja, como empleado… Y todo eso depende de la imagen que tengan los demás de ti, y no hablo de imagen física si no de quien eres, que dejas en los demás, que piensan cuando oyen tu nombre.

Con lo que a vender se ha dicho. Empiezas a trompicones, coges ritmo, conocimientos, equipo y herramientas y vas haciendo camino, pero esas preguntas del principio no las consigues contestar todo lo bien que deberías. Y entonces te las vuelves a plantear. Para atajar el problema, de comunicación se entiende, de raíz. Pero la raíz no se mueve mucho, con lo que te vas a lo que tienes que vender y ves que motivos hay, los hay de sobra.  Que solo tienes que trabajar en ellos.

Y sí, la imagen de lo que tienes que vender, va cambiando, se va posicionando mejor. Porque al final la imagen de una empresa, de una ciudad, de un colectivo la van construyendo todos los que forman parte de él. De una forma u otra, salgan en “la foto” más o menos.
Y empiezas a ver que hay luz al final del túnel y que mientras caminas por él te encuentras alguna farola que te va guiando, que te hace sonreír y quitarte un poco la presión de encima.

Aquí os dejo unas cuantas farolas que van iluminando Almansa.



Embajada Mora Nocturna


 Medio Marartón de Almansa


Instalaciones para el ocio - Spa


Yo porque ya vivo aquí, si no serían mi próximo destino ;)

El logo de la ciudad - Castillo de Almansa S.XII-XIV

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